Medicina Estética

Botox para principiantes

“Resolvemos las dudas más frecuentes”

La toxina botulínica (Botox®) cada vez tiene más seguidores y la razón es que sus resultados se han vuelto más sutiles y agradables a la vista, dejando atrás las caras rígidas y expresiones congeladas.

En esta entrada te daremos información básica que debes conocer antes de someterte a este tratamiento estético.

¿Qué es el Botox®?

Botox®, es el nombre comercial con el que se conoce coloquialmente a la toxina botulínica.

En España se comercializan tres marcas, a día de hoy: Vistabel, Azzalure y Bocouture. Todas ellas están indicadas para el tratamiento de arrugas de expresión el el tercio superior, es decir, arrugas de la frente, entrecejo y patas de gallo.

La toxina botulínica es una neurotoxina que causa una. parálisis flácida – no nos asustemos -, los doctores administran diferentes dosis, con diferentes efectos muy claros dependiendo de estas. Los profesionales en la aplicación de la toxina botulínica tienen la posibilidad de provocar parálisis, paresia (parálisis leve o moderada) o relajación. Estos son niveles distintos de movilidad que se logran dependiendo de la cantidad de producto que se aplique y la comunicación entre el nervio y el músculo se interrumpe. En manos expertas esta interrupción es controlable.

¿Quién puede aplicarnos la toxina botulínica?

Cirujanos plásticos, dermatólogos y los especialistas en medicina estética. Si hubiera alguna complicación, sólo los médicos tendrán los conocimientos necesarios para resolver dicha complicación. Además, debe conocer a la perfección la anatomía del rostro y estar bien capacitado.

¡Ojo en ponerse en manos cualquiera! SIEMPRE en manos de profesionales. Buscar siempre un centro médico autorizado, con su número de registro a la vista.

¿Cómo es el procedimiento?

Primero, tiene que haber una exploración física, donde el profesional pide al paciente que mueva los músculos, observa la respuesta de estos y a partir de ahí determina dónde y que cantidad aplicar.

A continuación, el médico marcará el rostro al paciente con las zonas de aplicación y procederá a ello.

El tiempo de la aplicación puede ser muy rápido y para nada es doloroso -duele más explotarse un grano-.

El efecto empezará a notarse a partir del 5º día, irás notando los efectos gradualmente, hasta el 15º día, que la toxina habrá llegado a su máximo esplendor y ahí volverás a consulta a pasar una revisión y ver que todo ha quedado bien. Es posible que pueda quedar alguna pequeña asimetría, pero no te preocupes, es normal, y el médico lo corregirá sin ningún problema.

¿Cuánto dura su efecto?

El efecto clínico dura entre 4 y 6 meses, pero llegado el sexto mes el paciente ha perdido prácticamente todo el efecto. Hay casos en que la toxina puede durar en nuestro organismo hasta 8 meses, pero son muy muy excepcionales.

Honestamente, también puede durar menos, en otra entrada del blog hablaré de por qué y qué causas influyen en la durabilidad del efecto. Así que no dejéis de leernos. 🙂

¿A qué edad es ideal su aplicación?

Entre los 27 y 30 años, suena algo descabellado, pero partamos de que la idea es que funcione como preventivo. Una piel a los 40 años que ya perdió su lozanía y está marcada por arrugas, será más difícil desarrugar, aunque se puede lograr con diferentes tratamientos, pero cuesta más trabajo. Por eso, lo ideal, es prevenir y poner pequeñas dosis («Baby Botox») a los 27 / 28 años que es cuando el proceso de envejecimiento empieza a ser visible.

¿Tiene efectos secundarios?

A veces piden aparecer algunos moretones, pero salen ser muy pocos casos, mi experiencia en centros médicos me ha mostrado que las personas con edades más avanzadas son más propensas a que aparezca algún pequeño hematoma, pero desaparecen a los pocos días, nada por lo que preocuparnos.

¿Qué tratamientos NO son recomendables después de la aplicación de la toxina botulínica?

Los tratamientos con radiofrecuencia o electroestimulación en las zonas donde se aplicó la toxina. Estos tratamientos acelerarían el proceso de eliminación y no es lo que queremos. Podrías empezar la radiofrecuencia o la electroestimulación pasados unos tres meses desde la aplicación.

Espero haberte resuelto algunas de tus dudas, así ahora podrás decidir por tí mism@.

Si tienes cualquier duda, puedes escribirnos y sobretodo, recuerda «PONERTE EN MANOS DE UN BUEN PROFESIONAL», es fundamental para que salgáis content@s.